Lenguaje corporal en la entrevista de trabajo

El lenguaje corporal es lo que se trasmite por medio de movimientos o gestos, pone en evidencia con amplitud los sentimientos o percepción acerca de la persona con la que está interactuando. Como sabemos, la primera impresión puede ser definitiva, entonces:

Lenguaje no verbal. El lenguaje de los gestos desde el primer segundo puede resultar a favor o en tu contra la entrevista de trabajo. Por ello resulta importante tener en cuenta lo que transmitimos sin decir palabras. Aunque parezca incontrolable, es bueno que  conozcas cuáles son las cualidades y defectos de nuestra expresión corporal que los entrevistadores vigilan:

1.- Saludo y contacto visual.

No seas el primero en saludar y extender la mano, espera a que ellos tomen la iniciativa. Saluda sonriendo y mirando a los ojos. Una mirada huidiza o esquiva demuestra poca valoración de tu capacidad (excesiva timidez, por tanto; dificulta la integración con otros trabajadores y  falta de iniciativa en la toma de decisiones futuras...).

Presta mucha atención a lo que te dicen y demuestra interés asintiendo a las explicaciones.

Tampoco hay que dejar de parpadear como Anthony Hopkins en la saga de El silencio de los inocentes. Boca cerrada.

2.- Mirada confiada y atenta.

Mirar directamente a los ojos de la persona que te está entrevistando (tampoco es que te quedes mirando fijamente, de vez en cuando mira a un lado por un tiempo corto y luego vuelve a mirar al entrevistador), demuestra confianza como profesional que eres. Hay personas que sin percatarse miran a la boca por defecto. Si eres de esas personas, dirige la mirada a los ojos del entrevistador. Y recuerda no mastiques chicle ni fumes. Rechaza educadamente cualquier ofrecimiento para fumar, para degustar cualquier caramelo o beber. En ocasiones, al final de la entrevista, puedes aceptar el ofrecimiento de una bebida, pero sin alcohol.

3.-Cómo sentarse.

No tomar asiento antes de que se lo ofrezcan. La postura que debes adaptar a ti debe ser erguida, no rígida. Lo ideal es mantener la postura, y que des la impresión de que estas cómodo(a). Siéntate recto(a), ni al borde de la silla o sofá (indecisión, impaciencia), ni estirado(a) (falta de educación y de respeto al cargo solicitado, a la empresa y a tu interlocutor). Ha de parecer una postura relajada, si no la tienes, practícala. No apoyes las manos ni los codos en la mesa del entrevistador. Respeta su espacio.

4.-Gestos.

No cruces los brazos, como ya sabes transmite una actitud defensiva. Es importante que aparentes estar tranquilo y relajado. Tocarte continuamente la mejilla, el pelo, la frente, jugar con un bolígrafo, morderte las uñas o los labios, denota nerviosismo ante la falta de argumentos, e inseguridad con tu imagen y tus capacidades. Entonces “Manos quietas y libres”. No te aproximes mucho a él.

                                                                               

Algunos piensan que una sonrisa es sinónimo de empatía. Sin embargo, esto no es siempre así. Las sonrisas recurrentes no son la mejor manera de evidenciar esto. Por el contrario, una sonrisa exagerada o forzada demuestra una actitud falsa o hipócrita. Por ello, esto podría convertirse en un punto en contra durante la entrevista. Debes mantener una actitud empática y debes tratar de que esta se manifieste en tu rostro, pero forzarte a sonreír constantemente no es la solución para ello.

Aprende a controlar el lenguaje corporal o lenguajes de gestos y utilízalo en tu beneficio. Puedes sacar un gran provecho si conoces lo que transmiten tus movimientos.

Tu postura	¿Qué transmite?
Acariciarse la quijada	Toma de decisiones
Manos en las mejillas	Evaluación
Apretarse la nariz	Evaluación negativa
Frotarse las manos	Impaciencia
Golpear ligeramente los dedos	Impaciencia
Comerse las uñas	Inseguridad o nervios
Dar un tirón al oído	Inseguridad
Jugar con el cabello	Falta de confianza en sí mismo e inseguridad
Inclinar la cabeza	Interés
Entrelazar los dedos	Autoridad
Caminar erguido	Confianza y seguridad en sí mismo
Pararse con las manos en las caderas	Buena disposición para hacer algo
Sentarse con manos agarrando la cabeza por detrás	Seguridad en sí mismo y superioridad
Mirar hacia abajo	No creer en lo que se escucha
Frotarse un ojo	Dudas
Tocarse ligeramente la nariz	Mentir, dudar o rechazar algo
Palma de la mano abierta	Sinceridad, franqueza e inocencia
La cabeza sobre las manos o mirar hacia el piso	Aburrimiento
Cruzar las piernas, balanceando ligeramente el pie	Aburrimiento
Unir los tobillos	Aprensión
Caminar con las manos en los bolsillos	Abatimiento
Manos agarradas hacia la espalda	Furia, ira, frustración y aprensión
Brazos cruzados a la altura del pecho	Actitud a la defensiva (Esto es bastante negativo, ya que a un empleo acudimos a aportar ideas y acciones y no a estar a la defensiva)

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